El Senado de Entre Ríos, que es presidido por el vicegobernador José Eduardo Lauritto, está a punto de abordar uno de sus papeles más tristes en la historia institucional: La Comisión de Legislación General, se apresta a aprobar modificaciones a la Ley de la Madera.Y estas modificaciones, que serán introducidas a propuesta del senador por el departamento del Uruguay, Carlos Schepens y que cuenta con el aval del presidente de dicha Comisión, Eduardo Melchiori, borrarán con el codo los compromisos asumidos por el Estado entrerriano para fortalecer la lucha contra las fábricas de celulosas, especialmente la de Botnia en la cuenca del Río Uruguay.No es la primera vez que bajo un manto de perfeccionamiento de las leyes, en realidad se esconden debilidades frente a determinados intereses o se cede ante lobbys y presiones en contra del interés general.Si esta propuesta de modificar la Ley de la Madera prospera, el oficialismo sumará otra estafa moral contra su pueblo.Uno de los argumentos que los senadores esgrimen para modificar la Ley de la Madera, es que se trata de una norma "antojadiza y coyuntural". En realidad, no es la ley ni la lucha de Gualeguaychú antojadiza y coyuntural, sino el propio comportamiento de los legisladores en la materia.Es de esperar, si es que existe la coherencia, que el Ejecutivo vete esta intención de modificar la Ley de la Madera; aunque las esperanzas a raíz del pensamiento "antojadizo" y "coyuntural" se evapora todos los días. Si esto ocurre, está más que claro que el oficialismo ya no podrá argumentar que comparte la lucha de Gualeguaychú y la comunidad volverá a quedar sola como al principio.El Senado provincial, de la mano del oficialismo, potencia su triste como lamentable papel institucional. Dan vergüenza, porque hacen de la traición una política de Estado.
fuente: Diario El Argentino, Sección Buen Día martes 22 de julio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario