lunes, enero 30, 2006

el día más duro

Después de haber dejado claro nuestro pensamiento, ahora vayamos a lo más lindo.
Mucho ha pasado desde nuestra salida de El Soberbio, el primer pueblo con el que uno se encuentra en la Argentina cuando se viene aguas abajo por el río. Después de superar una descompostura general que mandó a todo el equipo de El Agua MANDA a la cama durante dos días, salimos rumbo a San Javier en una navegación que estimábamos de tres días pero que se estiró un poco.
Salimos el viernes a la tarde con intenciones de llegar a la Isla de Chafarí, a dónde llegamos cerca de las diez de la noche después de cinco horas de remada sin mayores inconvenientes. Esta isla argentina tiene la particularidad de estar a unos treinta metros de la costa brasileña, por lo que es usada como balneario por los habitantes de la zona que cruzan con una balsa maroma.
Todavía nos estábamos reponiendo de la descompostura de los días anteriores por lo que decidimos hacer una cena liviana.
Al otro día nos esperaba una jornada larga en la que pretendíamos llegar a Alba Posse, unos 70 kilómetros aguas abajo según nos habían dicho. A las nueve de la mañana del sábado estábamos remando aguas debajo de la isla Chafari intentando ganar kilómetros para poder llegar a destino, lo que no pudo ser. El día fu muy duro, con bastantes correderas y mucha lluvia. A medida que nos encontrábamos pescadores en el camino nos dábamos cuenta que (al igual que en la primer etapa) no tenían mucha información de distancias en kilómetros.
A la caída del sol pasábamos la corredera de Saltinho (de la que nos habían dicho que nos cuidáramos) con un cielo encapotado en el que unos pocos rayos de sol se colaban entre las nubes y con unas tonalidades verde ocre que conjugadas con el ruido de las correderas daban una apariencia muy extraña al río.
Alba Posse, nuestro destino para ese día, no aparecía cuando llegaba una noche agradad de llovizna. Si bien nosotros tratamos de no navegar de noche, creíamos que faltaba poco para llegar y tampoco había lugares para hacer campamento.
Cuando la luz había desaparecido y nosotros seguíamos adelante con mucha cautela, una nueva corredera apareció. Nos dimos cuenta por el ruido y porque el agua debajo de los botes estaba revuelta. Fue un momento de mucha tensión, el îYará adelante y el Mapuche siguiendo las instrucciones. Por suerte fueron unos pocos metros y algunas piedras a flor de agua que pudimos sortear sin mayores problemas pero con mucho nervio.
Mientras seguía lloviendo, discutíamos sobre si parar o seguir adelante. Decidimos arrimarnos a unas luces que se veían en la costa, arriba de la barranca, pero cuando estuvimos cerca se apagaron y nadie contestaba a nuestros llamados. Seguimos adelante unos metros más y vimos que una linterna se prendía en la costa brasilera, cuando nos acercamos también se apagó y otra se prendió en la costa Argentina. Fuimos para ese lado y... por supuesto que nadie contestó. Necesitábamos saber si había más correderas hacia delante, pero esta gente estaba más preocupada por transportar quién sabe qué de Argentina hacia Brasil (en esta zona el MERCOSUR toma formas muy particulares).
Nos sentíamos en peligro por lo que decidimos seguir adelante con la incertidumbre de no saber a ciencia cierta cuantos kilómetros había por delante y, sobre todo, desconociendo si había más correderas.
Íbamos muy despacio, intentando escuchar y sentir el río en nuestros brazos cuando una nueva luz apareció en la costa brasilera. Una casa. Nos arrimamos y vimos que había gente sentada debajo de un alero. Ellos no nos veían porque la llovizna persistía. Llamamos su atención con algunos gritos y respondieron con un tiro de revólver al aire, nuestros corazones latían muy rápido mientras intentábamos explicarles que estábamos en kayaks recorriendo el río. Ahora parece fácil contarlo, pero después de doce horas de remar bajo la lluvia y después de haber pasado tantas tensiones, es difícil encontrar las palabras.
Pero todo tuvo un buen final, ya que terminamos amarrando en la casa de estos señores que nos invitaron a compartir el asado con sus familias. Sin duda este fue el día más duro que hemos tenido hasta el momento.
Al otro día decidimos hacer una navegación más tranquila que nos llevó hasta Alba Posse al mediodía después de haber pasado una gran corredera que, de haber seguido la noche anterior, hubiera sido una catástrofe para nosotros. Durante la tarde seguimos viaje hasta Panambí a donde llegamos sin mayores problemas pero siempre con lluvia.
Luego de Panambí hicimos una navegación tranquila hasta San Javier en donde decidimos quedarnos dos días.
San Javier es la última ciudad Misionera sobre el río Uruguay, muchas de las casas están construidas encima de un asentamiento jesuita (el actual intendente ha construido un barrio sobre parte de las últimas ruinas que quedaban). Aquí fuimos muy bien atendidos por los compañeros de la Agrupación Mambo con los que compartimos muchas charlas, ideas y comidas (más bien). Ellos nos llevaron a conocer un emprendimiento muy interesante que se está llevando a cabo en la zona. Se trata de una cuenca orgánica en la que se está desarrollando un plan con los pequeños productores agrícola de la zona. Una idea realmente muy interesante y que demuestra que cuando se ponen las neuronas a trabajar es fácil generar empleo para todos.
Realmente fueron muy buenos los momentos vividos en San Javier.
Ahora hemos dejado la provincia de Misiones, con muchos amigos y muchas ganas de volver. Ya estamos en Corrientes desde hace dos días y no nos dejan de atender bien de bien. Los 1200 kilómetros que dejamos atrás parecen pocos, pero fueron muy intensos.
Ya están esperando los amigos de Santo Tomé con quienes tenemos que charlar en un rato. El Agua sigue mandando estas zonas.

Pensamiento Libre

¡Que bueno! Hace unos días, la última vez que tuvimos acceso a una computadora, un problema técnico hizo que el trabajo de varias horas se borrara por lo que dejamos San Javier sin poder enviar novedades. Así fue que salimos un tanto bajoneados a reencontrarnos con nuestro hermano río y maldiciendo sobre la tecnología. Pero lo que nos sucede hoy realmente levanta el ánimo y nos vuelve a amigar con este medio.
Hasta el momento El Agua MANDA había despertado simpatía, afecto, cariño, sorpresa, muchos y buenos sentimientos de este tipo. Al encontrarnos con la cantidad de comentarios que tiene este humilde blog, nos damos cuenta de que también hemos despertado el pensamiento, el debate y la reflexión, algo que nos encanta. A pesar de los anónimos y de los amigos, no creemos en el pensamiento único y sentimos que hace mucho tiempo que deberíamos estar sentados en una misma mesa argentinos, uruguayos y brasileros discutiendo cuál es el futuro que queremos para nuestros recursos naturales compartidos.
Y cuando pensamos en discutir, pensamos en que deberíamos ser nosotros los que deberíamos discutir, los habitantes del río, los que vamos a ser afectados por los planes de “desarrollo” que pretenden artificializarlo, los que para tener algo de información tenemos que movilizar cuarenta mil personas. Pero parece que no, que no tenemos derecho a decidir cómo queremos vivir, que nuestro destino ya está diseñado y viene empaquetado desde los países del norte. Ellos sí saben cómo destruir sus recursos y producir riqueza y excedentes en base a nuestra miseria.
Nosotros no tenemos la suficiente “preparación” para administrar el agua, por eso ya están planeadas más de veinte represas para el alto Uruguay, de esa manera las empresas extranjeras que van a administrar las usinas van a saber definir cuando el río tiene que subir o bajar, como pasó en la zona de Garruchos donde en una noche el río subió seis metros de golpe, “porque los brasileros largaron agua” como dicen por acá.
Y por si fuera poco, la energía que van a producir va a estar destinada a cubrir los déficit que provocados por las mega plantas de celulosas que tienen planeadas, no solo para Fray Bentos ya que por esta zona el mayor grupo forestal de la Argentina (que es chileno) está planeando instalar su papelera cerca de Santo Tomé desde donde estoy escribiendo. Claro, acá también hace años que están llenando la provincia de pinos y eucaliptos y ahora “algo tienen que hacer con ellos” ya que la falta de imaginación para generar empleo de nuestros gobernantes los llevan a comprar estos paquetes.
Seguro que seguiremos siendo “pelotudos” para algunos, pero a nosotros no nos dá para mucho más que esto. Alguien los paranoiqueó con que este modelo no nos beneficia y nosotros le creímos. Pensamos que lo teníamos que detener y nos pusimos a andar. Movilizamos una ciudad entera y más. Conseguimos el apoyo del gobernador porque no le quedaba otra, nos recibió el presidente porque la presión era grande.
Hace un tiempo que nos dijeron que el río no es una frontera, sino una oportunidad de integración y ahí nos dimos cuenta de que tenemos amigos (de esos en serio) en las dos costas, que los del lado oriental son y piensan igual a nosotros pero no tienen forma de expresarse, ellos fueron los que nos llenaron la cabeza. Y mientras íbamos andando, íbamos pensando.
El “divide y reinarás” les está sirviendo, cómo puede ser que no conozcamos todo el río, que ni sepamos cuales son sus ciudades, sus pueblos. ¿Y si lo recorremos todo?, dijo alguien un día... Y aquí estamos, dibujando nuestras estelas en nuestro amenazado río de los pájaros, sintiéndolo enfermo por todo lo que le están haciendo, remando para que no lo maten. Por supuesto que nos oponemos a la instalación de las celulosas, pero entendemos que están incluidas dentro de un proyecto desconocido para muchos denominado IIRSA (más info en la sección Integración de http://www.foroecologista.org.ar/).
Y porque a pesar de todo esto, creemos que estamos a tiempo, de que lo podemos salvar, que depende solamente de nosotros, nos pusimos a remar y ya cargamos 1200 kilómetros en nuestros cansados brazos. Cansados, pero cada vez más fuertes y más grandes. Nuestros brazos crecen con cada amigo hecho al andar, sin duda que se han multiplicado por varios miles que al igual que nosotros piensan que en muchos años vamos a poder mirar a los gurises a los ojos y contarles con mucho orgullo cuál fue el modelo al que apostamos. Porque creemos que la libertad empieza en el pensamiento y parafraseando a José Gervasio Artigas: ¡Ríos libres para pueblos libres!

sábado, enero 28, 2006

Llegaron a Corrientes!


















Los chicos vienen embalados, hoy llamaron desde Garruchos, ya estan entrando en la provincia de Corrientes y estiman que en 15 dias, si todo viene bien, estarán llegando a Colon, Entre Rios.

jueves, enero 26, 2006

Fotos del recorrido





















Gracias Raul Puentes, de http://www.lineacapital.com.ar/ por las fotos y el apoyo! Pronto tendremos tendremos sus relatos del encuentro con los chicos en los saltos del Moconá. Si quieren ver mas fotos ingresen a http://www.lineacapital.com.ar/index.php?galeria=10&pagina=1 y encontrarán muchas fotos del lugar, los amigos, etc.

jueves, enero 19, 2006

TRES SEMANAS EN EL AGUA

Hoy se cumplió nuestra tercer semana en el río y nos encontró en El Soberbio, el primer pueblo sobre el río Uruguay en la provincia de Misiones (70 km al sur del salto del Moconá). Hace dos días que entramos en nuestro país con muchas alegrías y emociones varias. La alegrías son producto de que terminamos con nuestra primer etapa al cruzar el río Pepirí Guazú, límite noreste de la provincia de Misiones con Brasil. Además nos encontramos gente que nos estaba esperando como Raúl Puente, periodista misionero que estuvo desde el sábado esperándonos en el parque provincial; Belén Rivas (si, nuestra hermana) que mató dos pájaros de un tiro y se vino hasta las cataratas; y el resto de la familia Rivas estaba en El Soberbio, desde donde estoy escribiendo. Las emociones son muchas, simultaneas y encontradas, hacen cola una atrás de otra y desdibujan la realidad llenando los momentos de vivencias muy intensas.

Lo que quedó atrás
Retomando un poco el relato de nuestro viaje, no he contado mucho lo que vivimos en Itá, la ciudad catarinense que está aguas abajo de Marcelino Ramos. luego de dos días de remada desde Marcelino y luego de haber remado casi diez horas legamos a este pueblo que tuvo que ser totalmente reconstruido como consecuencia de la elevación de las aguas que produjo la represa con el mismo nombre ubicada pocos kilómetros más abajo. Ya había caído la noche y las luces no aparecían. De repente aparecieron las primeras luces en lo alto del morro, pero no podíamos encontrar el puerto o algún lugar para bajar. Luego de pasar una pequeña curva nos encontramos con un espectáculo increíble. A nuestra derecha apareció la figura de una iglesia que se levantaba sobre el agua del embalse, no entendíamos lo que pasaba. Sin salir de nuestra sorpresa, apareció una lancha de pasajeros que venía muy rápido y directo a nosotros que en ese momento estabamos sin luces. Por suerte alcanzó con algunos gritos para que el conductor de la lancha pudiera vernos y cambiar su rumbo más sorprendido que nosotros. Después nos contaron la historia de la iglesia, se trata de las dos torres de la catedral del antiguo casco urbano de la ciudad. Resulta que en el momento que la estaban derribando para no dejar construcciones bajo agua, la máquina que estaba haciendo la demolición se rompió y nadie se animó a seguir con el trabajo... ¿un milagro? quien sabe. Pero ahora sirve de atractivo turístico para los visitantes de Itá.
En este pueblo fuimos muy bien recibidos y atendidos por la gente de la prefeitura (intendencia) que dispuso de un camión para que pudiéramos sortear la represa. El señor Paludo, administrador del balneario, fue el encargado de atendernos y lo hizo muy bien, al punto tal que se preocupó de que tupiéramos buena atención incluso en Itapiranga, la última ciudad de Brasil que pisamos antes de llegar al Moconá.
Después de sortear la represa nos encontramos nuevamente con nuestro río amigo, que nos llevó mucho más trabajo del que habíamos tenido hasta el momento.
A partir de Itá las correderas se alternan con pozos. Las correderas pueden tener una longitud que va desde los 500 metros a los 3 kilómetros y las intensidades son variadas, algunas se pasan bien navegando en el kayak, en otras las olas pasan por arriba, en algunas decidimos llevar los botes de tiro porque se presentaban muy peligrosas y, a veces, teníamos que salir llevarlos de tiro porque el río está muy bajo. Los pozos son tramos que llegan a tener hasta 10 km en los que el río parece un tobogán pero el agua está practicamente quieta, luego se empiezan a ver algunos borbollones y un poco más adelante aparece una corredera.
Así fue todo desde Itá en adelante.

Lo que viene
Desde el domingo estamos en Argentina, la llegada al Moconá, la traducción del guaraní significa "el que todo lo traga" (por favor abstenerse de chistes fáciles). Quizá cueste creer que tuvimos una recibida muy intensa y emocionante en la cual, cuando faltaban unos dos kilómetros para llegar y nosotros veníamos muy tensos (inspira mucho respeto y miedo el estar navegando tan cerca de una caída de agua tan grande), un lobito de río salió a saludarnos con sus aletaa, las mojarritas saltaban como si bailaran a nuestro paso, un dorado saltó muy cerca de la proa del mapuche y una escolta de sábalos nos acompaño en los últimos metros. Todas las tensiones bajaron y nos dimos cuenta de la importancia del momento. Faltando unos quinientos metros antes del lugar de salida encontramos una bandera con el logo de el Agua MANDA, que era de Belén junto a una nota de Raúl, nuestro amigo periodista de Posadas, que decía que nos estaban esperando con mate y fernet... como en Brasil se toma mucho cimarrao imaginen qué elegimos.
Más adelante contaremos detalles de los días maravillosos vividos en esta zona, de lo bien que nos atendieron los guarda parques y los amigos del Soberbio, de lo amenazada que está la reserva de biósfera en la que se encuentra el parque provincial Moconá y los planes de "desarrollo" del gobernador Rovira (que quiere hacer productivos todos los recursos naturales de la provincia).
Mañana estamos saliendo con rumbo a San Javier a donde pensamos llegar el domingo a la tarde o el lunes.
Muchísimas gracias a todos los que han aportado sus comentarios a las notas y perdón por la falta de tiempo, nos gustaría reponderles a todos pero es muy difícil.

domingo, enero 15, 2006

UN TROPEZON...

Ayer las cosas no salieron como lo planeabamos... empezamos a remar a la mañana muy temprano para intentar llegar a los saltos del Moconá a la tarde. Pero lamentablemente los planes no se pudieron cumplir.

A medida que nos vamos arrimando al gran salto hay cada vez más correderas que, a su vez, se hacen cada vez más grandes. Ayer tuvimos que pasar varias a pie, llevando los botes de tiro e incluso pasamos un salto de unos tres metros de altura.
Cuando teníamos casi ocho horas de remo sin parar y creíamos que lo peor lo habiamos sorteado, mientras la lluvia cerraba nuestra visión y comentabamos la contundecia del gran salto que habiamos pasado unos minutos antes, nos encotramos arriba de una corredera. No era muy grande, pero en estos casos lo peor que uno puede hacer es confiarse y fue lo que nos pasó.
Cuando reaccionamos, el Mapuche (kayak doble y con menos maniobrabilidad) fue chupado por un remolino que lo llevó de costado contra las piedras de un pequeño salto y a pesar de los intentos del Cucho, que saltó del bote para detenerlo, fue imposible evitar la coalición con una roca. Lo peor fue que el bote se tumbó, golpeó con la proa y cayó por el salto.
Yo, mientras tanto, miraba desde unos metros más arriba sin saber qué hacer. El primer impulso fue ir por el mismo camino que ellos para acelerar el rescate, pero en un instante de frialdad me di cueta que sería peor. Decidí buscar un camino más seguro y un par de minutos más tarde me junté con el Flaco y el Cucho que nadaban tranquilamente agarrados del Mapuche lleno de agua. Se quejaban de algunos golpes, pero la cosa salió bastante barata.
Enganchamos el Mapuche al î´Yará, y lo llevamos hasta la costa para sacarle el agua del interior. Pudimos comprobar que no se había perdido nada del interior y que el casco solo había sufido algunas "cachaduras" menores, sin riesgo de la estructura.
Fue sólo un aviso, el río nos advirtió, un inconveniente que hizo imposible nuestra llegada al Moconá ayer.
Ahora estamos en Itapiranga, la última ciudad brsilera antes de llegar a la Argentina. En estos momentos estamos sentados en las computadoras del periódico local Força d´Oeste (www.jornalfo.com.br) y en un rato slalimos con intenciones de llegar al salto a media tarde.
La gente nos sigue tratando de maravilla, nosotros solo sufrimos alguna contractura como resultado de una larga jornada de remo pero la moral sigue alta y las fuerzas intactas.
Ya casi cumplimos la primer etapa, en los tiempos calculados y con muchos brazos remando, vamo arriba que "la agua manda" (como dicen acá).

viernes, enero 13, 2006

Quince dias

Quince dias

Parece mentira que un sueño pueda durar tanto...
Hace más de quince días que estamos navegando por el río Uruguay y recibiendo al apoyo de mucha gente que realmente nos hace sentir más que hermanos como si estuviéramos en casa.
Es difícil en estos momentos relatar todo lo que hemos vivido, ya que es complicado conseguir computadoras por esta zona, pasamos muy poco tiempo en las ciudades y ahora estamos en el primer ciber que hemos encontrado en lo que va del recorrido.
El río ha tenido mil formas, en el comienzo estaba disfrazado de lago. Nosotros teníamos conocimiento de que deberíamos sortear dos represas en esta primer etapa, pero no nos imaginábamos que fueran tan grandes.
La naciente del río quedó tapada hace ya unos años por el embalse de la represa de Machadinho, esto quiere decir que las tan esperadas correderas que pensábamos encontrar quedaron sumergidas a 130 metros.
Las aguas del embalse son muy tranquilas y el clima fue muy benévolo por lo que pudimos remar sin que deternos al mediodía, más allá de algunos momentos de descanso. Tampoco encontramos insectos, algo que creíamos iba a ser uno de nuestros mayores problemas.
Todo muy bonito para la navegación y la vida al aire libre, pero son muestras de lo que las represas han causado en el ambiente. Tampoco encontramos aves rivereñas, como garzas o biguaces. Sin duda que el río está amenazado, no solo sólo por éstas represas sino también por las otras veintidós que tienen planeadas hacer en el alto Uruguay y otras cuestiones que iremos relatando en el futuro.
Recién después de pasar la represa de Machadinho, dos días después de haber salido y con cien kilómetros en nuestras espaldas, fue que nos encontramos con el verdadero río de los pájaros, dónde la selva se cae al agua aparecieron aves y arena. Esto fue el 1 de enero.
Logramos pasar la represa gracias a la ayuda de un criador de chanchos. Montamos los dos kayaks en un acoplado repleto de pastos que olian mucho a puerco y José (el conductor) hizo muy buenas maniobras con su tractor para poner los botes muy cerca de la costa del río.
Ese día fue nuestro primer encuentro con las correderas, algunas las pasamos caminando y con los botes de tiro y otras las empezamos a navegar, probando los botes, tanteando la correnteza (como le dicen acá) y tomando confianza.
Realmente se parece al paraíso.
Ese mismo día llegamos a Marcelino Ramos en donde fuimos muy bien recibidos por un grupo de amigos, como ha sido en todos los lugares en los que hemos llegado. Aquí fue donde nuestro amigo Matheus Salvi se sumó a nuestra travesía. En principio era por dos días, pero estuvo una semana con nosotros. Gracias Matheus.
Hay muchas cosas más para compartir, esto parece un sueño que no tiene fin. Ya estamos a un día de llegar a la Argentina y no sabemos cómo agradecer todo lo que nos han brindado aquellos que nos arrimaron un plato de comida, convidaron una cerveza, soñaron con nosotros, creyeron en nuestra palabra, nos invitaron a sus casas, compartieron los pescados que hacía poco habían sacado del agua, envolvieron nuestros botes en burbujas violetas, elevaron sus palabras, nos dieron guita, nos abrazaron, nos besaron y nos quisieron.
Sin duda que ya son muchísimos los brazos que nos están acompañando.
El Agua MANDA y nosotros recibimos.

jueves, enero 05, 2006

Primer reporte, 02/01/06

Un nuevo anho
El anho nuevo nos encontró bien cerca de deus, esa noche dormimos en una iglesia después de un día de mucho remo con lluvia por el lago que forma la represa hidroeléctrica de Machadinho. A última hor y bajo la lluvia sacamos los kayaks del agua con un tractor con mucho olor a chancho. La noche del 31 la pasamos en el alero de una iglesia y a las 10 de la noche estambamos durmiendo. La recibida del anho la hicimos la noche anterior en la casa de Cornelio, un amigo que nos abrió las puertas de su casa en la orilla del lago, la pasamos muy bien. El Cucho y yo dormimos en cama pero el Flaco prefirió quedarse en la carpa (gustos son gustos). Ayer empezamos el anho crusando la represa y conociendo por primera vez el río en su estado natural. Fue un día con emociones muy fuertes, crusamos las primeras correderas (rápidos pequenhos) y lo disfrutamos mucho. La relación con el río ha sido muy buena. A la tardecita llegamos a Marcelinho Ramos, donde encontramos un grupo de amigos que estaba acampando en un camping y ni bien nos vieron nos recibieron con sus brazos abiertos. Demás está decir que nos invitaron a comer... ahora estamos en la prefeitura (intendencia) porque uno de ellos es vereador (concejal). Ya coseguimos sumar los primeros remeros en esta travesía, esta tarde dos amigos de acá nos van a acompanhar hasta Itá que es nuestra próxima parada a donde calculamos llegar el miércoles.Es muy difícil contar todo lo que hemos visto y vivido, solo puedo ir adelantando que el río está muy amenazado por acá, hay una celulosa cerca y hay más de veinte represas proyectadas para el alto Uruguay. Pero también ya hemos sumado muchos brazos en nuestras remadas, el agua está mandando.
Muchos saludos para todos, espero sepan disculpar algunas palabras. acá los teclados no tienen enies y a nosotros se nos mezclan los idiomas

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saludos desde las cuchillas del sureste entrerriano
república occidental del uruguay
Andrés Rivas
subalterno fluo ejército alpargatista de liberación nacional

Fotos desde Marcelinho Ramos























Los amigos Enaude Kuhn y Anacir Mendes Junior de Marcelinho Ramos, Brasil, nos mandaron fotos de la llegada de los chicos a esa ciudad. Muchas gracias a todos!