EL AGUA MANDA (CARTA ABIERTA A LA ASAMBLEA)

5 de noviembre de 2008

EL AGUA MANDA (CARTA ABIERTA A LA ASAMBLEA)

¿Por qué hay políticos y actores sociales tan esquivos de la gente?
¿Sirven reuniones cerradas, para pocos, para elegidos, como manda la política tradicional?
¿Por qué les cuesta concurrir a donde se debaten ideas, donde se confraterniza, donde los vecinos sociabilizan y abren caminos de amistad y de lucha?

Sigamos por el camino que estamos transitando, camino de unidad y de objetivos comunes. La Asamblea jamás puede perder el espíritu participativo que han honrado y saludado cientos de intelectuales, hombres y mujeres de diferentes luchas sociales.
Cientos de curiosos llegan a Gualeguaychú para entender esta rara y apasionada lucha ambiental. Una gran cantidad de organizaciones siguen con atención el accionar de la Asamblea, y se ven fortificados por el ejemplo de esta resistencia.
La Asamblea y su método firme irradian energías hacia todo el país, hacia toda la región y suscita la eterna esperanza de que si el pueblo está junto y despierto se puede.

¿Tenemos que seguir explicando de qué se trata esta lucha? A quienes nos desprecian y tratan de destruirnos, tal vez no. Pero quizá sí a quienes quieren colaborar en la defensa de la vida y la dignidad de una región y aún vacilan. Se sabe del poder mediático con el que cuentan quienes vienen a saquear y a destruir. Se sabe que buscan suscitar el temor y la quietud, orientando las voluntades hacia valores que en el fondo son destructivos y egoístas.
Por eso la tarea conjunta de crecer e iluminar nuestra conciencia y la de aquellos que aún dudan es fundamental. Es una labor del día a día.

Es en la Asamblea donde se debe debatir, con políticos, periodistas, o distintas organizaciones.
Todos los asambleístas de nuestra ciudad queremos decir, queremos oír, queremos decidir. Nuestra Asamblea es el ámbito natural del consenso. Si nos reducen, si nos sacan de nuestro estado horizontal y democrático (lugar donde algunos se irritan ante apreciaciones que surgen del debate) se pierde la riqueza, la posibilidad de decirnos la verdad de frente, sin intermediarios, sin ninguna morosidad burocrática.

Esto no es odio ni resentimiento. Pero no podemos detenernos en reuniones con quienes nos hacen mal, con quienes están acostumbrados a resolver todo en minúsculos despachos, con la obediencia debida que los caracteriza. Intentan socavar y negar las virtudes de la Asamblea. ¿Son ellos los sabios intachables que pueden decidir de qué modo y en qué lugar se deben realizar reuniones “maduras”?

Son justamente quienes más reclaman y critican el funcionamiento de la Asamblea los
que no participan de los debates y alardean de ser la voz del pueblo desde sus torres de transmisión, desde sus círculos restringidos, desde sus peceras de aguas estancadas con obsecuentes pescaditos que no se animarían a bregar por la transparencia y el buen aire debido a los intereses en juego.

El recelo, y la actitud de sospecha de la Asamblea está ampliamente
justificada por el hecho de que ha sido la quietud y la condescendencia lo que justamente ha permitido la abrupta y terrorista instalación de BOTNIA.

La ineptitud o la transa de nuestros seudo-representantes, y la omisión o consentimiento de ciertos medios, son algunas de las causas que han dado lugar a la tarea de la Asamblea y su sana y heroica desobediencia civil.

Jamás dejemos, de ningún modo, que opaquen la Valentía, la Unión, la Horizontalidad, y la Representatividad, entre otros valores de la Asamblea, quienes justamente se ven sospechados de carecer de ellos.

El recelo hacia los obsecuentes, hacia la política tradicional, es parte esencial del espíritu de la Asamblea. Sin embargo, esto no ha impedido permitirle a nadie una `segunda oportunidad` dada la naturaleza de nuestras virtudes, y sabiendo que también en base a los errores es que se avanza.

Por esto y otras razones, es lógica la actitud de sospecha ante este querer encapsular –término usado por el actual Gobernador- en lugares como el Salón Azul la actividad libertaria de la Asamblea.

Hemos resistido durante dos gobernaciones, dos presidencias, calor, frío, poder publicitario y mediático en contra, y todo lo que forma la intemperie de esta sociedad y de esta vida.

Muchos parecen olvidar, o querer pasar por alto, que esta lucha es justamente para recomponer la vida normal y saludable, para recuperar el camino elegido por todo un pueblo.

Por todo lo antes dicho, y por todo lo que la Asamblea no se cansará de repetir hasta que BOTNIA se vaya, concluimos:

BASTA por favor de querer distraernos hacia otros objetivos con el chantaje ético, poniendo en duda los valores sostenidos por la Asamblea por más de cinco años;

BASTA. Esto es por la ciudad, por la región y por el mundo. Es por la vida;

BASTA de orientarnos hacia decisiones superfluas, egoístas y reaccionarias;

SUMENSÉ realmente a la lucha de todo un pueblo, porque a la hora del revisionismo histórico quedarán como cobardes, como pusilánimes, como carentes de amor y sensibilidad social, sin poder resistir al examen de la COHERENCIA y la VALENTÍA que esta Asamblea sobrellevará con creces.


El Agua Manda
Río libre para pueblos libres