Como una serpiente de agua marrón que viaja el bermejo se abre paso regando de vida las costas, es como la columna vertebral de un gran cuerpo que tiene los montes como pulmónes, las estrellas son su piel y los animales llevan el alma de todos los que han habitado en el.
Mimetizados entre amaneceres fuegos y estrellas, las charlas van dando paso a nuevas sensaciones que nos regala la vida constantemente, los sonidos de los pájaros, las tonalidades del cielo, los sacudones de los remolinos en el agua, el temperamento de la gente, los diferentes pensamientos. Vamos fluyendo río abajo confiados de estar alentados por tantas almas que nos brindan sus vidas por un momento para que sigamos.
Describir es una tarea que no podríamos hacerla de manera eficaz porque el día a día es muy intenso y presentarles un panorama seria desarrollar un montón de sensaciones e historias que necesitaríamos estar pensando en un libro prácticamente. Pero con el paso del tiempo se darán las cosas para compartir las vivencias con más detalles.
Hoy hicimos un alto en el río y nos encontramos en las Lomitas Formosa, Invitados por amigos que trabajan en APCD (asociación para desarrollo de la cultura), con el propósito de intercambiar experiencias con las comunidades Wichís de la zona.
La expedición se prolonga en días por el bermejo para darnos momentos y conocer a los habitantes.
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